Aprendiendo a adaptarnos.

"Adaptación es movimiento, es cambio y, sobre todo, flexibilidad. El arte de adaptarnos a los cambios no tiene por qué ser traumático; es más, los beneficios que obtenemos de ese proceso pueden ser extraordinarios."

Una vez leyendo un libro encontré esta párrafo que me hizo pensar y analizar 3 puntos:

1) Adaptar es movimiento

2) Adaptar es flexibilidad

3) Adaptar no debe ser traumático

Adaptar es movimiento porque no existe nada estático en este mundo. 
Vivimos en un contexto de continuo cambio. Podemos saber esto y estar actuando como si nada sucediera. O por el contrario, podemos encontrarnos totalmente exhaustos de tantos cambios sucediendo al mismo tiempo. 

Lo importante aquí es reflexionar sobre una pregunta clave:

¿Hacia dónde me dirijo?

Si sabes hacia dónde caminas, en qué dirección enfocas tu visión podrás sacar el mayor provecho a cualquier cambio, ya que sabrás por anticipado cual es tu meta y todo lo que te encuentres en el camino te serán desafíos donde reconocerás tus mejores habilidades. 


Adaptar es flexibilidad de forma y no de fondo.
Si te preguntara si eres flexible es muy probable que me respondas "en algunas cosas sí y en otras no."

De seguro en tus "no" allí radica tu fondo. Tus convicciones, tus valores y tus sueños que son el motor que impulsa tu accionar diario hacia el propósito que estás viviendo mientras te diriges a la meta. Tu base.

Pero en tus "si" subyacen tus formas. Son los desafíos que te presentan la oportunidad de sacarle el mayor provecho a cualquier circunstancia en la cual te encuentras. Pueden presentarse como pensamientos, nuevas ideas, hechos que ocurren, relaciones que se quiebran, estabilidades que no se alcanzan e inseguridades del mismo carácter que afloran. 

Pregúntate: 

¿Es esto una oportunidad para proyectarme más hacia mi visión, es una consecuencia de una decisión ó un desafío a incorporar algo nuevo ó simplemente algo que debo dejar pasar?

Sé flexible con todo aquello que puede añadir valor fuera de tu espacio de comodidad.

Sé menos flexible en aquello que exista riesgo para alcanzar algo a futuro.

No seas flexible con todo aquello que pondrá en riesgo tu identidad y propósito.


Adaptar no debe ser traumático, sino más bien provechoso.
Los cambios traen consigo lo que no sabemos, lo que desconocemos y el miedo a fallar o desviarnos de la meta.

Adaptar no es suplantar. Requiere de una actitud abierta para conocer, analizar y decidir si debo reinterpretar, cambiar o añadir algo a mi forma de ver. 

También requiere de un espíritu aprendiente para desaprender, reaprender y reactualizar y expandir mi base de conocimientos. 

Déjame decirte algo: 

Que hallas fallado en tu pasado no significa que volverá a suceder. 

Todos estamos construyendo el futuro día a día desde lo conocido, desde lo experimentado. Existe mucho futuro que puedes comenzar a vivir HOY si te atreves a dar un paso a incorporar nuevas miradas, perspectivas e ideas que puedan asombrarte y proyectar mejor tu propósito.

Tu mejor referencia para no equivocarte es leer los principios que están en la Biblia y todo lo que llegue a tu mano consulta a Dios y Él te guiará. 

Dios está contigo, no temas.

 


Data: Encuesta realizada en Mayo 2021 a más de 267 líderes de gran influencia en el mundo nos compartieron su perspectiva sobre la capacidad de aprendizaje que tiene la iglesia para adaptarse a nuevos cambios. Copyright Creative Global Community 2021.
¿Qué te aportó este post?
Close

50% Completado

Two Step

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua.